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La historia de esfuerzo del suplementero más antiguo de Talca

  • Miércoles 28 de abril de 2021
  • 10:06 hrs
  • Autor: Camila Barrueto Prieto.
Fotos: Bárbara Ramos.

Fotos: Bárbara Ramos.

La pandemia y la crisis en la que está inmersa la industria de los periódicos, son parte de las dificultades que hoy afectan a Alfredo Gaete.

Alfredo Gaete Tapia (67), es uno de los suplementeros más antiguos de Talca, su kiosco de periódicos ubicado justo en la Alameda con la 1 Oriente, en toda la esquina del Colegio La Salle, ha visto pasar más de 30 generaciones. Pero no todo ha sido felicidad, actualmente la pandemia y la crisis que enfrenta la industria de los diarios impresos lo han afectado económicamente. 



Sus primeros acercamientos con los diarios fueron cuando sus padres comenzaron a trabajar en el rubro y él tenía 6 años. Desde entonces, a causa de la gran pobreza en la que estaba inmersa su familia, la cual vivía en lo que él describe una “choza”, ubicada en la 1 sur entre 5 y 6 poniente, tuvo que comenzar a trabajar. 

Infancia marcada por el esfuerzo

Ayudó como suplementero, fue lustrabotas, vendió fierro por kilo, hallullas con ají en las construcciones, y en los rodeos, y también motemei, avellanas, castañas y camotes en la población Independencia, donde se mudó con su familia compuesta por sus padres y seis hermanos, cuando se incendió la humilde morada en la que vivían. 

Alfredo realizó todas esas labores, paralelamente a cumplir con sus estudios en el Colegio Parroquial, Escuela 101 y Liceo de Hombres (actual Abate Molina). “Me levantaba a las 2:00 de la mañana, primero hacía la entrega de diarios, y luego iba a estudiar, llegaba y a veces seguía trabajando para ayudar a mi mamita, ella era una mujer muy esforzada, pero mi padre era un alcohólico y eso hacía las cosas más difíciles”, contó.


Un kiosco por primera vez

Tras crecer decidió dedicarse de lleno a los periódicos “en el año 1975 me casé y busqué ser suplementero independiente, eso era difícil en aquellos años, pero desde la Intendencia me dieron la oportunidad. En aquella época se trabajaba como ambulante, no habían kioscos, pero estaban muy definidos los puestos de cada suplementero, uno no se podía meter al sector del otro porque se formaban peleas”, recordó.

Fue en 1989 cuando por fin tuvo su kiosco, “La Tercera me había vendido un kiosco, pero yo no tenía donde instalarme, primero quise estar en la 2 oriente con 1 norte, pero el alcalde de aquel entonces me dijo que no se podía, que mejor me instalara en la Alameda con 1 oriente y desde entonces que estoy ahí”. 



Más tarde, con el pasar de los años, participó en la directiva de suplementeros y entró de lleno en el fútbol y arbitraje donde se hizo conocido en la ciudad. Pero no todo fue felicidad, tras tener una familia constituida, lo envolvió una tristeza muy grande, ya que, una de sus hijas, también suplementera, falleció a causa de un accidente de tránsito en 2012.

Crisis en la industria y pandemia

Aprendió a vivir con ese dolor y salió adelante, sin embargo, la industria de los diarios comenzó a entrar en una crisis. “En marzo de 2019 quebró Televisa, que era la empresa que transportaba la revista Cosas, Vanidades, Paula, Muy Interesante, Mecánica Popular, entre otras. En agosto de 2020 quebró el Diario el Centro y en enero de 2020 desapareció La Tercera y La Cuarta”, lamentó.

Por esa razón, dice que ahora solo va “a la distribuidora ubicada en la 7 oriente con 3 y 4 sur, a buscar El Mercurio y Las Últimas Noticias, La Prensa, El Diario Maule Hoy, La Segunda y el Talca Hoy que es semanario”.

Contó además que la pandemia afectó profundamente sus ingresos, cuando la gente circulaba por las calles, vendía entre 70 a 80 mil pesos al día, pero ahora gana entre 8 mil y 15 mil pesos. “Soy jubilado, pero trabajo en mi kiosco porque no me alcanza, entonces ahora he tenido que ser ordenado y tratar de ajustarme a ese monto”. 


Agregó además que el gusto por leer noticias desde el diario es algo que solo se da en las personas adultas. “Yo llegué a vender 100 Mercurios los días sábados y domingos, y hoy en día saco 40 y eso. Ahora en la semana vendo 25 Últimas Noticias, y 12 Mercurios y antes eran 30 Mercurios y unas 50 Últimas Noticias. También mis ventas de golosinas y bebidas bajaron en un 80% porque los niños ya no vienen al colegio y el teatro tampoco está haciendo eventos”. 

Su historia de esfuerzo continúa...

A pesar de aquello, Alfredo se sigue levantando diariamente a las 4:00 de la mañana, para acudir hasta la distribuidora, comenzar a repartir periódicos y llegar a las 7:30 en punto a su kiosco, el cual permanece abierto hasta las 14:00 horas. 


Actualmente, Gaete se encuentra redactando el bosquejo de un libro que cuenta todos estos capítulos de su vida pero en detalle, sin embargo, necesita orientación para redactar el texto y poder publicarlo, por lo que hace un llamado a las instituciones o escritores que quisieran apoyarlo, ya que, su sueño es que un día su historia sea leída por la comunidad talquina.