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Prisión preventiva para gendarme por abuso de interna en carro de traslado

  • Jueves 16 de septiembre de 2021
  • 14:06 hrs

El imputado ordenó a la víctima, de nacionalidad boliviana, que se desnudara fingiendo una revisión de seguridad y procedió a realizarle tocaciones de carácter sexual.

Bajo la medida de prisión preventiva quedó un funcionario de Gendarme, formalizado por el delito de tortura, tras haber desnudado y abusado sexualmente de una interna que era trasladada al recinto carcelario luego de un control de detención en Alto Hospicio, región de Tarapacá.

El caso ocurrió durante la jornada de el martes, cerca de las 15:00 horas, cuando el gendarme J.A.R.Z. junto a otros funcionarios de Gendarmería trasladaban desde la comisaria de Pozo Almonte hasta el Centro Penitenciario de Alto Hospicio a la víctima, una mujer de nacionalidad boliviana de 22 años, que había quedado en prisión preventiva tras ser formalizada por el delito de tráfico de drogas.

El imputado habría subido a la víctima al carro de Gendarmería encerrándola en el calabozo, quedando él en posición de custodio, mientras los otros funcionarios se desplazaban en la cabina de conducción.

Una vez que el vehículo inició su marcha, el imputado abrió el calabozo y le ordenó salir a la víctima, indicándole que le haría una revisión de sus vestimentas por temas de seguridad, sacándole los grilletes y pidiéndole que se desnudara.

La víctima lo hizo, tomándola el imputado por la cintura y sentándola sobre sus piernas, comenzando a tocarla, mientras le decía que si era primera vez que estaba detenida y que si no hablaba, la llevaría donde la gente buena, pero si decía algo, pediría que le pegaran y la pusieran en una celda con personas malas.

Fue en eso que sus compañeros de labores se percataron del sonido de la puerta del calabozo y vieron por las cámaras internas de seguridad del carro que la imputada no estaba en la celda, procediendo a detener el vehículo y al hacerlo, vieron por las cámaras que la víctima volvía a ingresar al calabozo con su torso desnudo. El jefe de la unidad se bajó del vehículo y abrió la puerta trasera, observando al imputado con las ropas de la víctima, procediendo luego a dar aviso a sus superiores de lo ocurrido.

La persecutora agregó que se decidió formalizar por el delito de tortura, ya que los hechos sobrepasan un mero abuso sexual, pues el imputado realizó estas acciones abusando de su condición de superioridad absoluta frente a una víctima altamente vulnerable e inventando un procedimiento policial con el fin de abusarla.

Dada la gravedad de los hechos y por ser la libertad del imputado un peligro para la seguridad de la sociedad, la fiscal Camila Albarracín solicitó su prisión preventiva, petición que fue acogida por el juzgado de garantía.